Para mí, un buen espresso después de comida no tiene precio. Prefiero el café de filtro para por la mañana y para soñar, pero un buen espresso para cuando el día se complica y hay que hacer planes.
Como consumidor, el café de espresso es especial: la belleza visual de la crema, el color de la extracción y la intensidad del sabor. Todas esas cosas lindas producidas en muy poco tiempo. Como barista, el espresso es un reto infinito. Todos los días se puede ajustar algo para lograr un mejor espresso y una extracción perfecta. Como catador, el espresso agrega notas de la extracción y resalta los sabores que el café ya tenía.
Hacer un buen espresso en casa no es muy fácil porque se depende mucho de la máquina. Aunque se tenga buen café y buena mano, si la máquina no cumple con los requisitos de presión y potencia, el resultado será muy pobre. De igual modo, las máquinas para espresso pueden ser costosas y requieren mantenimiento. En fin, el espresso es un un arte/ciencia que requiere de una pasión particular.

En las próximas entradas sobre espresso trataré de cubrir los puntos clave para que, aunque algunos no se motiven a intentarlo, puedan identificar una buena extracción cuando vayan a un café.
Voy a terminar el día de hoy dejándo un poco de lectura sobre el espresso y diciendo como avance que un espresso no siempre tiene que ser muy amargo, debe ser extraído entre 20 y 30 segundos y… debe tener su propia crema de café (sin agregar leche). Les dejo la tarea de comenzar a contar el tiempo de extracción de los espressos que les sirvan y a pensar si sienten alguna diferencia entre un espresso y otro.